Síndrome de la cabaña

La situación de confinamiento provocada por LA COVID19 está dejado diversas consecuencias negativas, ya no solo a nivel económico sino también a nivel psicológico. El individuo presenta diversas sintomatologías por el hecho de haber estado confinado en casa: depresión, ansiedad, miedo, tristeza, aislamiento social, cambios en la rutinas, cambios en hábitos de sueño… El síndrome de la cabaña hace referencia a un estado de ánimo, mental y emocional que se ha visto en personas que tras una larga reclusión han tenido dificultades para volver a la calle. Este estado se traduce en miedo, pánico e incluso fobia por volver a salir a la calle y enfrentarnos a la realidad. Este miedo, esta inseguridad a volver a enfrentarnos a la realidad es el motivo por el cual nos quedamos en casa.

ORIGEN:

Su nombre inicial es “cabin fever”. Este síndrome empezó a descubrirse clínicamente en 1900 a raíz de algunos hechos: 

*Colonos americanos pasaban largas temporadas en inviernos dentro de sus cabañas, experimentando síntomas depresivos, ansiosos y sensación de enjaulamiento. 

*Cazadores o buscadores de oro del norte de Estados Unidos que solían pasar meses enteros en sus cabañas aprovechando determinadas épocas.

*Fareros, antes de su automatización, presentaban sintomatología común.

DESARROLLO DEL SINDROME:

Suele aparecer tras una estancia prolongada en un lugar cerrado . Actualmente y como consecuencia de la situación de alarma sanitaria que estamos viviendo por la Covid 19, pasamos la mayor parte del día en casa. Somos conocedores del riesgo que supone salir a la calle (estamos informados minuto a minuto de lo que sucede en nuestro país y resto del mundo) de ahí que esto suponga un incremento de sentimientos de inseguridad o incertidumbre cada vez que salimos a la calle. La sobreinformación, la inseguridad, el riesgo al que nos enfrentamos genera problemas de ansiedad y depresión lo que nos empuja a percibir el hogar como lugar seguro y  el salir de casa como conducta de riesgo y que nos da miedo.

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE LA CABAÑA:

  • A nivel cognitivo: dificultad para la concentración , déficit de memoria, falta de motivación,  pensamientos negativos recurrentes, etc.
  • A nivel emocional: sensación de nerviosismo, síntomas depresivos y ansiosos, sensación de desasosiego, frustración, angustia, temor, miedo, apatía, etc.
  • A nivel conductual: presencia de desgana, gran esfuerzo para realizar tareas cotidianas, dificultad para retomar rutinas y relaciones sociales, letargia (sentimiento de cansancio), antojos por determinados alimentos (para calmar la ansiedad).

FACTORES QUE AMPLIFICAN EL SÍNDROME:

  • Sobreexposición de noticias: Es una arma de doble filo: por un lado, nos ayuda a conocer lo que pasa y sentirnos mejor, pero por otro lado, genera en nosotros un estado de ansiedad que es alimentado constantemente. “Vivimos en una situación en el que minuto a minuto nos informan de noticias que generan incertidumbre, lo que deriva en miedo/ fobia/ pánico”. Mensajes como “El peligro está fuera y por ello debemos permanecer en casa” hace que pensemos que nuestra casa es un lugar seguro lo que salir a la calle supone un nuevo reto que puede llegar a ser difícil de afrontar. 
  • Vivir solos. No tener la posibilidad de contrastar los miedo, de hablar de la situaciones que generan angustia es un riesgo de padecer este síndrome.
  • Padecer sintomatología ansiosa/ agorafóbica: Esta sintomatología aumenta la posibilidad de sufrir el síndrome. 
  • Padecer situaciones difíciles durante el confinamiento: Si de suyo es difícil el confinamiento, se añade crisis en el trabajo, familiares, relaciones sentimentales….contribuye a la amplificación del síndrome. 

 

¿QUÉ PUEDO HACER? RECOMENDACIONES

Es importante saber que el miedo se vence. Haciéndole frente le hacemos más pequeño. Tenemos que intentar que el miedo no gane protagonismo, sobre todo cuando antes del confinamiento éramos personas capaces de salir a la calle. 

  • Plantear objetivos realizables a corto plazo 
  • Planificar salidas de forma paulatina. Cada uno tenemos unos tiempos distintos, tenemos que hacerlo cuando estemos preparados. Ello disminuirá la ansiedad, el estrés y la frustración que se ha generado durante el confinamiento.
  • Tomar las medidas de seguridad necesarias para salir a la calle: guantes, mascarillas, cumplir horarios, manteniendo las distancias de seguridad, etc. haciendo que la sensación de peligro disminuya.
  • Diseñar una rutina 
  • Realizar ejercicio físico 
  • Mantener contacto social A través de redes sociales, y cuando se permitan actividades al aire libre, exponernos progresivamente a ellas.
  • Limitar la información a la que estamos expuestos. 
  • Expresar nuestras emociones: transmitir cómo nos sentimos aquellas personas que son importantes para nosotros es importante. Es relevante no invalidar las emociones negativas que podamos experimentar puesto que a pesar de ser incómodas son totalmente necesarias.
  • Darnos tiempo para adaptarnos a la nueva situación, respetarnos y cuidarnos. Esto nos hará sentir que controlamos la situación. 
  • Buscar apoyo profesional en el caso de que los síntomas persistan o resulten incapacitantes en el día a día.

 

Si ves que cada vez te cuesta salir más de casa, las soluciones que pones no te ayudan a afrontar esta situación, no dudes en contactar conmigo. Escribe un correo a hola@psicologiagm.com me pondré en contacto contigo y trabajaremos juntos para confrontar esta situación. Mi nombre es Gloria, y estaré encantada de ayudarte.

 

© Psicología GM · 2024

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